El pasado jueves 26 de septiembre un grupo de socios del RCM, algo más de una veintena, nos dimos cita a las once la mañana en las puertas del Museo de la Caza y la Naturaleza de los Yébenes, dónde los hermanos Garoz, Ramón y Juanjo, nos recibieron con todo tipo amabilidades, y con su natural simpatía nos deleitaron con el espectacular museo de naturalizaciones que con esfuerzo, cuidado y mimo allí han montado.
El espectáculo es impresionante y no sólo para los cazadores si no para todo aquél que tenga interés por el mundo animal en general. El volumen de especies que se exhiben y el cuidado montaje de los dioramas a nadie puede dejar indiferente.
Ramón nos contó con todo detalle el origen del museo, la honda tradición taxidermista de su familia y nos habló del proyecto del nuevo museo MUCANA que abrirá sus puertas en Ciudad Real en convenio con la diputación provincial. El proyecto es ambicioso y sin duda muy relevante para el mundo cinegético. La idea es que sea un espacio didáctico de encuentro para todas las generaciones con el objetivo de dar a conocer la caza natural y su importante relevancia para la conservación de especies y el orden en la naturaleza.
Después visitamos el taller donde estos magníficos escultores del reino animal llevan a cabo sus obras de arte. Un regalo para los sentidos, como el que nos hicieron al finalizar la vista Ramón y Juanjo Garoz, en forma de, nada menos, que tres preciosos libros sobre diversos temas venatorios por persona. ¡todo un detalle!
A continuación, tuvimos un estupendo almuerzo en casa Apelio donde degustamos venado y perdiz toledanos con gran fruición.
Por la tarde se acudió a la finca Ballesteros, propiedad de D. Juan Abelló donde se disfrutó enormemente del espectáculo de la berrea y combates entre machos imponentes. La propiedad dispuso todo admirablemente y acompañados de sus técnicos, personal de guardería, y del propio Juan Abelló, que se unió al grupo recibiéndonos con grandísimo afecto e interés, recorrimos esta bella finca disfrutando como infantes del espectáculo que se nos ofrecía gratuitamente.
Para finalizar, ya muriendo la tarde, Apelio sirvió un magnífico cóctel en la casa de cazadores de la finca. Sin duda un broche de oro para una jornada inolvidable.
Desde estas líneas queremos agradecer de corazón a los hermanos Garoz y a D. Juan Abelló y su equipo su más que calurosa acogida al RCM.
Ramón Menéndez-Pidal
Comments