Carmen Basarán Conde, presidente del Real Club de Monteros, tiene una larga y profunda relación con la caza, que se remonta a su infancia. Desde temprana edad, Carmen fue introducida en el mundo de la caza por su padre, quien era un apasionado cazador. Esta afición no solo le inculcó el amor por la naturaleza y la caza, sino también un profundo respeto por el medio ambiente y las prácticas cinegéticas responsables.
Creció en un entorno donde la caza no solo era una actividad recreativa, sino también una forma de vida. Las experiencias de caza junto a su padre le permitieron desarrollar habilidades y conocimientos que más tarde se convertirían en la base de su pasión y dedicación. Aprendió no solo las técnicas y habilidades necesarias para la caza, sino también la importancia de la conservación y el equilibrio ecológico.
Desde que asumió la presidencia del Real Club de Monteros, Carmen Basarán ha trabajado incansablemente para fortalecer la reputación del club y promover sus valores fundamentales. Su principal objetivo: enterrar el mito de que la caza es "un mundo de hombres". Bajo su liderazgo, el club ha llevado a cabo numerosas iniciativas para concienciar a sus miembros y al público sobre la importancia de la caza sostenible. Ha fomentado la investigación en prácticas de caza que minimicen el impacto ambiental y ha colaborado con diversas organizaciones para promover la conservación de hábitats y especies cinegéticas.
Siguiendo la tradición familiar, Carmen ha transmitido su amor y respeto por la caza a sus hijos. Ha involucrado a su familia en actividades cinegéticas, enseñándoles, no solo las técnicas de caza, sino también la importancia de hacerlo de manera ética y responsable. Este legado familiar asegura que las futuras generaciones continúen protegiendo la caza, defendiendo los valores del entorno rural y natural. Por eso hemos seguido "Tras la Huella" de Carmen para charlar un rato y que nos dejase para el recuerdo este maravilloso podcast.
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